lunes, 24 de abril de 2017

Ni calvo ni con dos melenas

En las urgencias de un hospital comarcal se puede ver de todo. Desde un simple resfriado que no quiere esperar a dentro de 2 días para que lo vea su médico, hasta infartos y esas cosas urgentes de verdad.
Algunas consultas entran ya dentro de lo absurdo, y así tengo que decírselo a más de un paciente.


Caso número 1.
Presentamos el caso de una niña a la que le cae colonia en los ojos mientras estaba en el colegio, por lo que llaman a la madre para que se la lleve. Cuando llega a urgencias, porque lo primero que hace la madre es desconectar el cerebro y llevarla corriendo a urgencias, la niña se encuentra perfectamente. No tiene los ojos rojos y niega que vea peor. Refiere que le ha entrado un poco de colonia en el ojo y que le molesta... Normal, creo yo ¿no?


Caso número 2.
Señora adorable de 90 años traída por el DCCU desde su centro de salud, donde consulta por disnea. Su médico solicitó analítica que muestra hemoglobina de 5g/dl motivo por el que es traída a urgencias del hospital. Cuando interrogo a la anciana no puede presentar mejor aspecto. Salvo una palidez no muy marcada la mujer charla por los codos, me agarra la mano con fuerza y es capaz de caminar sin esfuerzo (dada su edad).


Caso número 3.
Entre uno y otro tenemos consultas-no-tan-urgentes-del-todo. Llegan a la consulta un muchacho y su novia, ambos con risa floja y cara de vergüenza. Resulta que el chico había tenido hacía varios días un apretón en mitad de la calle y no tuvo más remedio que evacuar aguas mayores en mitad de una plaza. ¿Con qué limpiarse en esos momentos? Pues con unas hierbas que crecían allí. Lógico, ¿no? El problema es que la mayoría de las plantas y hierbas no sirven para eso, y algunas pueden tener veneno. Tal era el caso de este chico, que acudía por dolor intenso y eczema importante en la zona perianal.


No todo en urgencias van a ser infartos, apendicitis y miembros amputados, ¿no? Qué aburrido sería.



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